El gorro es un tipo de prenda que tiene muchos años de antigüedad a sus espaldas. Su principal razón de ser es actuar como elemento de protección ante el sol, aunque también se pueden utilizar de adorno para complementar el vestuario (siguiendo las tendencias de la moda) o bien para abrigar si estamos en lugares fríos.
Los gorros de la Edad Media son muy singulares, como podrás ver en esta sección:
- Lana: Era el material por excelencia, la materia prima. Era fácil de obtener y relativamente sencilla de manipular, por lo que la mayoría de los gorros o sombreros del momento eran de lana.
- Tela: Podría ser fina o basta, dependiendo del tipo de gorro que se quisiera obtener. Por ejemplo, para una capucha se utilizaba tela gruesa.
- Cuero: El cuero también se usaba mucho en la Edad Media, aunque estaba más bien reservado para protegerse ante las bajas temperaturas.
- Seda: Reservada para la nobleza por su dificultad de obtener y de manipulación.
Había muchas técnicas que se llevaban a cabo para dar forma a estos gorros de época, aunque la más habitual era la de crochet. En ella se usaba una aguja muy corta y específica, además de tener mucha paciencia.